Después de lo que parecieran interminables idas y vueltas, el lunes 24 el Gobierno de Mendoza comenzará a recibir las primeras ofertas para el proyecto de Potasio Río Colorado. Se trata de una instancia informal ya que no será vinculante, y se está lejos de una suerte de licitación o proyecto concreto.
Sin embargo, y después de diversas rondas de negocios así como consultas por parte de potenciales inversores, el del lunes es el primer paso que servirá para constatar el interés real por el proyecto.
Ubicado en Malargüe, Potasio es un yacimiento de sales de potasio que por baja en el precio del fertilizante; entre otras complicaciones, en 2012 fue abandonado por la empresa brasileña Vale y que ahora es propiedad del Estado mendocino.
Se habla de unas diez empresas interesadas y de varias consultas en danza, pero nada confirmado aún debido, entre otras cosas, al contrato de confidencialidad existente. Por este motivo, no se podrán comunicar cuántos ni quiénes serán los oferentes en esta primera etapa.
Desde el Gobierno de Mendoza declararon, no obstante, que esta apertura sirve para darle formalidad a lo conversado informalmente con diversos interesados.
Lejos de grandes anuncios o novedades, será una manera no solo de constatar el mencionado interés sino también de cuáles son los márgenes de rentabilidad que los inversores prevén para Potasio ya que tendrán que explicitar plan de negocios, inversión estimada y modo de distribución de la misma; entre otros detalles.
Sin fecha estipulada de cierre para la entrega de los proyectos, desde el Gobierno explicaron que luego de esto, el proceso continuará con la evaluación de las ofertas para realizar una primera selección de los que se consideren más importantes o provechosos. De allí, se comenzará a trabajar hacia una oferta final y formal.
Una posibilidad de reactivación
Las últimas semanas volvieron a abrirse las heridas sobre el debate minero debido al proyecto truncado de realizar una suerte de zonificación minera para Malargüe. Sin el apoyo del gobierno provincial con el consiguiente malestar no solo de los sureños sino también de los empresarios mineros que salieron a criticar a Rodolfo Suarez, el avance en Potasio podría ser un paño de agua fría.
Aunque no tiene el apoyo de grupos ambientalistas, la explotación y exportación de potasio no entra dentro de los lineamientos exigidos por la ley 7722 y se cree que podría ser un aliciente en la decaída matriz productiva de Mendoza.
El proyecto es mucho más chico que el planteado originalmente por Vale. Entre los desafíos que presenta está la logística para exportar vía Bahía Blanca la extracción de potasio así como el aprovisionamiento de gas y electricidad; en un contexto de escasez generalizada y baja infraestructura existente.
Antes de que Vale abandonara el yacimiento y unas tres mil personas se quedaran sin empleo, el yacimiento pertenecía a la empresa inglesa Río Tinto que se encargó de las autorizaciones pertinentes. Ahora es el Estado provincial el que da otro paso para reflotar el proyecto con el pedido de una oferta real para evaluar el interés y la potencialidad de la mina.
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