Con el precio de la libra de cobre a niveles históricos de 10 años –ayer se cotizó en US$ 4.490–, los países productores hoy analizan cómo deben ser compensados la sobreganancia minera que obtendrán las empresas mineras.
Un claro ejemplo es Chile. El Senado del vecino país del sur comenzó esta semana, de forma oficial, a estudiar el proyecto que establece el denominado royalty minero, dirigido a la explotación de cobre y litio. Este mecanismo propone que se tribute sobre el margen operativo a compensar sobre el valor de venta del mineral extraído.
En el Perú, segundo productor mundial del metal rojo con una producción de 2,2 millones de toneladas en el 2020, un mecanismo que grave a las sobreganancias mineras, como consecuencia de los mejores precios, fue planteado por los equipos técnicos tanto de Fuerza Popular como de Perú Libre. Según estimados, estas sobreganancias serían del orden de US$ 9.000 millones o 4 puntos del PBI.
Para Carlos Herrera Descalzi, decano nacional del Colegio de Ingenieros del Perú (CIP), más allá del mecanismo elegido para compensar estas sobreganancias obtenidas, únicamente por un factor de precios, también debe plantearse en la renegociación una política de Estado que permita darles valor agregado a nuestras exportaciones mineras y dejar de exportar concentrados.
“El concepto del impuesto a la sobreganancia es que esta no se da por mérito o esfuerzo adicional de la empresa, no es por mayor inversión o productividad y por ello el Estado pretende una mayor participación. El tipo de negociación es aquella en la que el Perú deba ingresar a las actividades que generen mayor valor dentro de la cadena de producción”, aseveró el exministro de Energía y Minas.
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