Así lo determina un nuevo estudio de Accenture, para el cual fueron entrevistados ejecutivos de la industria en diferentes países, entre ellos Chile. Producto de la pandemia, el trabajo a distancia en la minería creció un 80%, pasando de un 10% antes del COVID-19 a un 90% en la actualidad. Así lo concluye un nuevo estudio de Accenture, para el cual fueron consultados ejecutivos C-Level de la industria en diferentes países, entre ellos Chile.
De acuerdo con el reporte, ha habido dos cambios fundamentales en la industria minera:
- El COVID-19 ha reforzado y acelerado la agenda digital de la minería:
Antes de la pandemia ya había robots, sistemas expertos y los camiones autónomos transportando el mineral. El COVID-19 ha impulsado a las empresas a llevar la transformación digital más allá, ideando nuevas formas de ganar eficiencia en un momento en el que menos trabajadores pueden estar en terreno. Por ejemplo, los nuevos centros de centros de operaciones remotas permiten ahora al personal supervisar más funciones a distancia.
- El distanciamiento social ha hecho necesarias estrategias de trabajo a distancia a largo plazo:
Las nuevas estrategias deben garantizar que los trabajadores no sólo estén seguros, sino que prosperen. La pandemia demostró que, aunque el trabajo a distancia puede reducir los costos y aumentar la eficiencia, el bienestar de los trabajadores, su salud mental y su satisfacción general pueden estar en riesgo. Por tanto, las empresas necesitan un esfuerzo concertado para comprender las necesidades de la fuerza laboral y cambiar a estrategias que empoderen a los empleados, dondequiera que trabajen. La buena noticia es que las mineras tienen una ventaja. Un estudio reciente del World Economic Forum (WEF) sobre el futuro de los empleos, concluyó que el 95% de las empresas mineras encuestadas están adoptando estrategias que crean más oportunidades de trabajo a distancia y el 85% de los trabajadores del sector está dispuesto a aceptar estos cambios en su entorno. En el resto de las industrias, en promedio el 80% de las está planeando estos cambios.
Según explicó Martín Tavil, Director Ejecutivo para la Industria Minera de Accenture Chile, “la minería tiene dos grupos de trabajadores uno que trabaja in situ, a menudo en lugares remotos (la mayoría), y otro que está en las oficinas y que cubre las funciones de negocio, planificación operativa y funciones analíticas. Las mineras ya habían estado planificando una reubicación gradual de los trabajadores de las faenas a las oficinas y de las oficinas a los hogares, en un esfuerzo por crear un lugar de trabajo más seguro e inclusivo. El COVID-19 ha sido un catalizador de aceleración. Pre pandemia, los trabajadores en terreno estaban un 100% in situ. Durante las primeras cuarentenas esta presencia cayó a un 60% y actualmente se encuentra entre un 70% y 80%. En cuanto a los trabajadores de oficinas, pre pandemia el trabajo presencial representaba un 90%. Durante las primeras cuarentenas bajó a un 5-10% y actualmente alcanza entre un 30% y 40%”.
En este nuevo contexto, hay tres elementos clave para impulsar la estrategia adecuada:
- La necesidad de la presencia en terreno:
Con el distanciamiento social como norma durante algún tiempo, las mineras están analizando los roles e identificando cuáles no necesitan estar localizados en el sitio. Las preguntas sobre quién necesita estar físicamente y qué funciones pueden apoyar al negocio virtualmente, así como la identificación de actividades periféricas que pueden ser interrumpidas. Por ejemplo, funciones no relacionadas con las operaciones de la empresa, como las de RRHH, planificación y finanzas, se transformaron inmediatamente en trabajo remoto cuando comenzó la pandemia.
- Creciente demanda por flexibilidad laboral:
Antes de la pandemia, pocos empleados utilizaban la política de flexibilidad de su empresa, y pocos dirigentes la promovían activamente. La figura 2 muestra la diferencia de percepción entre lo que los líderes y los empleados pensaban tradicionalmente sobre la adopción de la política de trabajo flexible de su organización. Mientras que cerca de dos tercios de las empresas mineras, metalúrgicas y de energía que participaron en la encuesta sugirieron que el trabajo flexible es fundamental para que sus empleados prosperen en el lugar de trabajo, menos de un tercio de los empleados encuestados pensaba lo mismo. Sin embargo, como la pandemia obligó a muchos trabajadores de la industria minera a trabajar desde casa, el trabajo flexible ha encontrado un renovado apoyo.
- La descentralización de la fuerza laboral:
Aunque el trabajo remoto y el trabajo flexible será la norma del futuro, también es necesario contar con una política de retorno al trabajo. Esto será cada vez más importante en 2021. A medida que las minas se digitalicen, permitiendo un mayor control remoto de la maquinaria, surgirá una estructura de trabajo escalonada. Habrá menos personas en terreno y las sedes serán potencialmente más pequeñas que antes de la pandemia, ya que más personas trabajarán desde casa.
Las consecuencias
La transformación de la industria minera está dando lugar a la necesidad de un modelo operativo fundamentalmente diferente. El estudio de Accenture identificó tres tendencias que el sector minero tendrá que impulsar para poder llevar a cabo la transición de su fuerza laboral en el mundo post-pandémico.
- Pasar de las habilidades mecánicas a las analíticas:
La mayoría de las funciones en terreno del sector minero son tradicionalmente de naturaleza mecánica, de mantenimiento, operadores de máquinas e ingenieros que manejan maquinaria minera pesada y vehículos. Por ejemplo, estas funciones implican tareas que son altamente especializadas y repetitivas, lo que las hace candidatas a la automatización. El informe del WEF reveló que el 67% de las tareas repetitivas y manuales, como la información y los datos, se realizan de forma automática, y alrededor del 60% de las tareas que implican trabajo físico serán automatizadas. Por otro lado, el informe señala que los dos principales roles emergentes que serán fundamentales para el futuro de la industria minera son los especialistas en inteligencia artificial y aprendizaje automático (IA/ML).
Martín Tavil explicó que “por lo tanto, en lo que respecta a la combinación de competencias, las empresas mineras se están preparando para el paso de las funciones mecánicas a las de planificación y análisis. Por ejemplo, un mecánico tendrá que trabajar con la tecnología de IA/ML para predecir los fallos de la maquinaria y realizar reparaciones preventivas; un operador de vehículos mineros tendrá que supervisar de forma remota múltiples piezas de maquinaria autónoma; y los ingenieros de minas tendrán que utilizar la tecnología para planificar y diseñar los lugares de perforación”.
- Se deberán impulsar habilidades socio-emocionales:
Los conocimientos digitales y analíticos ya eran muy solicitadas antes de la pandemia. Con una mayor dependencia del trabajo remoto y virtual, las mineras han visto la necesidad de impulsar habilidades socio emocionales. El informe del WEF lo confirma, al incluir el liderazgo y la influencia social como una de las principales competencias demandadas. Esto es importante porque la pandemia ha provocado un aumento de los problemas de salud mental, ya que los empleados responden al aislamiento y las presiones del trabajo a distancia, lo que requiere que los líderes demuestren una mayor empatía. A medida que los directivos pasan de gestionar trabajadores manuales a analizar datos y gestionar equipos remotos, también necesitarán una mayor capacidad de comunicación y experiencia en la gestión de proyectos y cultural del cambio.
- La importancia de la salud física y mental:
La mayoría de las mineras observó un aumento de productividad con el trabajo remoto, pero así también agotamiento entre sus trabajadores. Se calcula que el costo de no abordar los problemas de salud mental sea de unos 16 billones de dólares hacia el 2030 y esa era una estimación pre pandemia. Sin embargo, la investigación de Accenture sugiere que los líderes de las empresas del sector de la minería, los metales y la energía se han quedado cortos a la hora de ayudar a los trabajadores a sentirse seguros cuando plantean problemas de salud mental. Las empresas deben cambiar rápidamente esa percepción. A medida que nos adentramos en un mundo post pandemia y los empleados vuelven a un modelo de trabajo «híbrido», dividiendo su tiempo entre el trabajo en casa y en la oficina, las nuevas reglas de interacción y compromiso podrían agravar aún más los problemas de salud mental.
Martín Tavil concluyó que “la minería tiene hoy una oportunidad única para transformar la forma en que opera, impulsando el trabajo flexible y más diverso. El momento de avanzar es ahora”.
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