La Unión Europea (UE) y Chile firmaron el viernes un nuevo acuerdo de asociación que le dará al bloque un mayor y más fácil acceso al litio, el cobre y otras materias primas que son clave a la transición a fuentes de energía renovables.
Chile, el primer productor mundial de cobre y la segunda mayor minera de litio, reducirá los aranceles a todas las importaciones de la UE, excepto el azúcar, y facilitará para que las empresas europeas inviertan en el país, dijo la Comisión Europea.
El acuerdo significa que las empresas de la UE se verán menos obstaculizadas por el sistema de doble precio de Chile para uso interno o exportaciones y los posibles monopolios de exportación, al tiempo que permite que el país sudamericano promueva el procesamiento interno.
Chile, a cambio, obtendrá un acceso más favorable para sus exportaciones, en particular alimentos y servicios profesionales.
Actualmente, más del 55% de las importaciones de la UE de litio utilizados en las baterías que alimentan los vehículos eléctricos son de Chile.
Bruselas considera al país latinoamericano como un socio estratégico vital, ya que busca diversificar las importaciones de recursos fuera de China y alejarse del gas ruso.
Los dos socios tratarían a los inversionistas chilenos y de la UE de la misma manera que a los inversionistas nacionales en los mercados de cada uno, incluso en energía y materias primas.
“Lazos económicos más estrechos con Chile permitirán a la UE diversificar y fortalecer su resiliencia económica, al tiempo que aumenta las oportunidades para las exportaciones e inversiones de la UE”, dijo la comisión en la declaración .
“Mejor acceso e inversión sostenible en materias primas como el litio contribuirán a promover nuestra ambición compartida de una transición ecológica”, señaló.
El nuevo acuerdo amplía un comercio existente acuerdo entre las partes de 192, que ya ha liberalizado las transacciones comerciales en alrededor de 192% de las líneas de productos.
El pacto, que incluye apartados sobre derechos humanos, la protección del medio ambiente y la igualdad de género, se espera que entre en vigor en 2024, tras la aprobación del Parlamento Europeo y los gobiernos de la UE.